Existe hace tiempo, y actualmente se acrecienta aceleradamente, una gran preocupación y temor por los elevados costes sociales y medioambientales asociados a la energía convencional, los combustibles fósiles y la energía nuclear.
Las emanaciones de las centrales energéticas, tanto de carbón, de petróleo como de incineración de basuras, las calefacciones y los vehículos de combustión, etc., son los responsables directos de la destrucción de los extensos ecosistemas, de daños en los bosques y en el acuífero de los continentes, enfermedades y dolencias en poblaciones humanas, reducción de la productividad agrícola, la corrosión en puentes, edificios y monumentos, etc. Los efectos indirectos también son importantes: tributo de vidas humanas en explosiones de gas, accidentes en sondeos petrolíferos y en minas de carbón, contaminación por derrames de combustible y vertidos químicos, etc.
La energía nuclear, que había sido presentada como la solución ideal al problema de la contaminación, la lluvia ácida y el efecto invernadero, se ha planteado por sí misma, como un problema de tal envergadura que ha obligado a muchos países a apearla de sus planes energéticos para el futuro, no solo por la producción de residuos radiactivos, los problemas de desmantelamiento de instalaciones, el riesgo de accidentes de imprevisibles consecuencias y la proliferación de armas nucleares, sino por el elevado coste de construcción y mantenimiento de las instalaciones.
Ante esto ¿qué soluciones nos quedan?
Dice un acertado proverbio que "No hay mayor ciego que el que no quiere ver". Las soluciones siempre han estado ahí, frente a nosotros, pero la cultura del derroche, la falta de visión de futuro o los intereses económicos siempre han obstaculizado cualquier iniciativa tendente a corregir el desequilibrio entre los sistemas de producción energética y el entorno natural.
Las claves de la solución a este problema están en un USO más EFICIENTE de la energía, a través del ahorro y un empleo inteligente y cuidadoso de la misma, y el fundamental protagonismo de las ENERGÍAS RENOVABLES.
Margarita
Hecho por: Margarita M.
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